martes, 5 de febrero de 2013




SHOCK ALBUMS II


LOS 20 DISCOS MÁS PERTURBADORES QUE JAMÁS ESCUCHARÁS (2ª PARTE)




11- THE FOR CARNATION - MARSHMALLOWS (1996)


Brian McMahan ha ido siempre tan por delante que sus discos parecen condenados a ser  periódicamente redescubiertos. En 1996, mientras la crítica se afanaba en reivindicar el Spiderland (1991) de Slint y todos descubríamos estupefactos la médula emocional de un hardcore completamente desmenuzado, Marshmallows pasaba desapercibido. Curiosamente, este último llevaba aún más lejos que su predecesor el culto a la abstracción: la rugosidad eléctrica se diluye del todo y el susurro de McMahan se ralentiza. El resultado atesora una intensidad poco común.



12- GNAW THEIR TONGUES - AN EPIPHANIC VOMITING OF BLOOD (2007)


Extraña amalgama de asfixiantes atmósferas neoexpresionistas y elementos propios de las ramificaciones oscuras del metal (black, doom, death...) firmada por Mories, uno de los creadores más originales del underground europeo. Si bien su apuesta por la truculencia puede resultar algo cargante, el inteligente juego de texturas -a partir de un muy particular empleo del drone- y un ambiente opresivo de auténtica pesadilla se imponen en todo momento dentro del conjunto (con sorprendentes inflexiones melódicas: “The Urge To Participate In Butchery”).



13- THE BIRTHDAY PARTY - JUNKYARD (1982)


Vehículo idóneo para el agreste tremendismo de Nick Cave (quien con este disco termina de asentar las señas autorales que explotará a fondo en el futuro: imaginería bíblica, erotismo mórbido, desórdenes mentales...), The Birthday Party fue algo así como el grand guignol del after punk. Si su anterior álbum -el mítico Prayers On Fire (1981)- ya era un destilado de las esencias más subversivas del rock, en Junkyard la banda australiana recrudeció su sonido alcanzando cotas inéditas de provocación. Temas como “Big Jesus Trash Can” o “Junkyard” conforman un grotesco aquelarre sonoro que pulveriza los estereotipos “pendencieros” del rock.



14- AIN SOPH - KSHATRIYA (1988)


Uno de los mejores discos de ritual ambient de los ochenta, a cargo de una banda italiana absolutamente maldita, muy reivindicada por la escena Dark folk europea. Los sones mortuorios de “Decimus gradus” nos introducen en un ambiente de lóbrega irrealidad, de una belleza marmórea y glacial. Cierto lirismo arrebatado atempera un tanto sus tonalidades más tétricas, pero otorga a cambio una cualidad hipnótica verdaderamente hechizante.



15- BLACK FLAG – MY WAR (1983)


Un arsenal de rabia químicamente pura que ejemplifica el viraje creativo más congruente y lúcido del punk tardío en Norteamérica: de la velocidad genuinamente hardcore (la cara A del album, con momentos de altura como “I Love You” o “My War”) a la (re)inmersión en el magma lento y arrastrado del metal primigenio. Así, los riffs sabbathianos de “Nothing Left Inside”, “Three Nigths” y “Scream” (su antológica cara B), junto con el escalofriante bramido de Henry Rollins, reflejan sin concesiones y de forma creíble la frustración personal en un hiper-realista marco de neurosis social.



16- THE MOON LAY HIDDEN BENEATH A CLOUD - A NEW SOLDIER FOLLOWS THE PATH OF A NEW KING (1995)


Años antes de los experimentos martial-industrial de Der Blutharsch, el fértil talento creativo de Albin Julius engendró este imponente retablo sonoro que rezuma fascinación por el universo cultural del medievo. Con la magnética Alzbeth ocupándose de las voces, el genio austriaco encadena miniaturas dark folk con una serie de letanías macabras de mefítico aroma a catacumba. Todos los elementos armonizan a la perfección dentro de un conjunto   recargado pero sugestivo,  a años luz del pastiche gótico.



17- CODEINE – FRIGID STARS (1990)


La pieza fundacional del llamado slowcore es un apesadumbrado ejercicio de introspección tallado en guitarras mesméricas y atmósferas frías. Al contrario que Band of Susans, My Bloody Valentine o Spacemen 3, el trío de Nueva York no se sirvió de la sobresaturación para recrear climas psicodélicos y/o poéticos. Aunque extraen del feedback cierta belleza cetrina, su intención es inducir en el oyente un trance emocionalmente doloroso por medio de cadencias reptantes y ambientes taciturnos infestados de radiación noise. Magistral.



18- JESUS LIZARD – HEAD (1990)


Quizás no alcance la excelencia de Goat (1991) -sin duda el mejor disco de rock de los 90, con permiso del At Action Park de Shellac- pero esta es la grabación más sucia y salvaje de The Jesus Lizard. Sin pirotecnias ni efectismos vulgares, el debut de la banda de David Yow (ex-Scratch Acid) noquea el cerebro del oyente a base de rock nihilista y espasmos de hardcore contrahecho. Un desolador reflejo de la alienación urbana contemporánea que bebe de las aguas más ponzoñosas de la música popular (Stooges, The Birthday Party, The Gun Club, Rapeman, Public Image Ltd....).



19- THE BLACK HEART PROCESSION – THREE (2000)


En su tercer LP el dúo de San Diego volvía a facturar un discurso musical nocturno y brumoso a partir de materias primas ultra-emocionales, si bien esta vez alcanzando un notable grado de cohesión gracias a una paleta monocroma y a la gravedad general del tono. Las composiciones oscilan entre el pop afligido con ribetes góticos (“We Always Knew”, “Waterfront”, “Never From This Heart”) y la languidez folk de poso atmosférico (“Guess I´ll Forget You”, “Till We Have To Say Goodbye”), pero en todas ellas palpita un inquietante y muy personal sentido del drama. Ni la brillantez del sonido ni el sofisticado acabado formal ocultan en ningún momento la entraña convulsa y desazonante del producto.


20- BLOOD AXIS – BLOT: SACRIFICE IN SWEDEN (1998)


Transcripción musical del turbio ideario filosófico de Michael Moynihan –adscrito a un tradicionalismo radical de filiación pagana (politeísmo céltico, mitología germánica...) y conflictivos referentes político-culturales (Ezra Pound, Oswald Mosley, Nietzsche, Mussolini, Julius Evola...)- que deviene un apasionante manifiesto de decadentismo estético. Se trata de una grabación en directo -técnicamente excelente- que documenta un momento de transición clave para la banda, a medio camino entre los experimentos art-rock de su irregular debut (The Gospel of Inhumanity,1995) y el exuberante neo-folk de su segundo disco de estudio (el espléndido Born Again, 2012).


OTROS DISCOS IMPRESCINDIBLES:

SOL INVICTUS – LEX TALIONIS (1989)
NON – GOD & BEAST (1997)
EYEHATEGOD - IN THE NAME OF SUFFERING (1992)
SUTCLIFFE JÜGEND - WHEN PORNOGRAPHY IS NO LONGER ENOUGH (1998)
KISS IT GOODBYE - SHE LOVES ME, SHE LOVES ME NOT (1997)
ENDURA - THE DARK IS LIGHT ENOUGH (1996)
NICO - DESERTSHORE (1970)
THE CURE - PORNOGRAPHY (1982)
NEUROSIS - THROUGH SILVER IN BLOOD (1996)
SLINT- SPIDERLAND (1991)
SUNN O))) - WHITE #2 (2004)
YEN POX - BLOOD MUSIC (1995)
NATURE & ORGANISATION - BEAUTY REAPS THE BLOOD OF SOLITUDE (1994)
SUICIDE - SUICIDE (1977)
BLACK TAPE FOR A BLUE GIRL - REMNANTS OF A DEEPER PURITY (1996)
GODFLESH - STREETCLEANER (1989)
JOY DIVISION - CLOSER (1980)
FOETUS - NAIL (1985)
NURSE WITH WOUND - SPIRAL INSANA (1986)
CRANES - SELF NON SELF (1989)
THROBBING GRISTLE - SECOND ANNUAL REPORT (1977)
NAPALM DEATH - SCUM (1987)
BURZUM - FILOSOFEM (1996) 
NINE INCH NAILS - THE DOWNWARD SPIRAL (1994)
23 SKIDOO - THE CULLING IS COMING (1983)
XASTHUR - NOCTURNAL POISONING (2002)
MINISTRY - THE MIND IS A TERRIBLE THING TO TASTE (1989)
ACID BATH - WHEN THE KITE STRING POPS (1994)
BLUT AUS NORD - MORT (2006)
AMBER ASYLUM - FROZEN IN AMBER (1996)
WEAKLING - DEAD AS DREAMS (2000)

2 comentarios:

  1. Muy agradecido. Ojalá usted escribiera más!

    ResponderEliminar
  2. http://kingdude.bandcamp.com/album/tonights-special-death-remastered-plus-bonus-tracks

    ResponderEliminar